31/05/2021
Hasta finales de este mes de junio podemos presentar la Declaración de la Renta anual correspondiente al ejercicio 2020. En ella, los ciudadanos pagamos por lo que hemos ganado en un año, tanto ganancias del trabajo realizado como cualquier ingreso obtenido (subvenciones, ayudas, rendimientos de productos financieros, etc.)
En este sentido, el IRPF es un impuesto que obliga a cada persona a contribuir en el sostenimiento del Estado en función de sus ingresos y de su situación personal. Por ello, dos personas con el mismo volumen de rentas no pagarán lo mismo si sus circunstancias son distintas, como por ejemplo: tener una familia a su cargo, sufrir algún tipo de minusvalía, ser mayor de 65 años, etc.
Por otro lado, también existen “deducciones”, que vienen a ser como gastos efectuados que reducen la cantidad que resulta a pagar, como por ejemplo las donaciones, o las aportaciones a planes de pensiones, entre otras.
¿Cómo funciona el IRPF?
La Renta es un impuesto progresivo, donde más paga quien más gana. Pero también puede ocurrir que Hacienda devuelva dinero por haber cobrado al declarante más de lo que le correspondía pagar.
Durante todo el año, las personas adelantan a Hacienda pagos del Impuesto. De este modo, los trabajadores soportan una retención en su nómina y el empleador se queda con un porcentaje de su salario que ingresa en Hacienda en su nombre. Es lo que se llama un pago a cuenta.
Esto mismo sucede con los profesionales. Así, al pagar sus facturas, les retiene también un porcentaje establecido en la Ley que luego ingresa en Hacienda en su nombre. Si estas cantidades ingresadas son excesivas para lo que le corresponde pagar, recibirán una devolución.
¿Cómo se paga el IRPF?
Para pagar el impuesto, hay que cumplimentar un modelo que elabora la Agencia Tributaria (modelo 100), donde saldrá si tiene que pagar o devolver.
- En este modelo se declaran todas las percepciones obtenidas en un año natural.
- Rendimientos del trabajo (salarios) o de actividades económicas (ganancias obtenidas por el autónomo).
- Rendimientos del capital mobiliario (ingresos derivados de intereses de cuentas, dividendos de acciones, rentas producidas por productos financieros, etc.)
- Rendimientos del capital inmobiliario (rentas de alquileres)
- Ganancias patrimoniales (derivadas de una venta de un bien o de premios, subvenciones, etc.)
Si tienes dudas sobre cómo hacer la declaración de la renta, puedes solicitar cita para que te atiendan personalmente y ayuden en su elaboración.